se tornaron opacos.
La estrella de mi firmamento
cansada de llorar se apagó.
Este fuego entre dos almas
dejó de calentar.
Estos ojos no te buscan,
las mariposas volaron
al país de nunca jamás.
Estos ojos ya no brillan
al encontrar tu mirada,
esta boca no suspira.
Las lágrimas ya no afloran,
cesaron su triste pesar.
Mis noches
ya no te sueñan,
el dolor
dejó de existir,
Este corazón
1 comentario:
Es desgarrador leer éste poema. Por un lado piensas que, de no haberte sentido así, este poema no existiría, se hubiese perdido para siempre. Pero sí, creo que pienso que ojalá no hubieras escrito estas palabras nunca.
Publicar un comentario